Para quienes no sepan qué es el bitcoin, se trata de una forma de dinero electrónico que permite hacer pagos a través de Internet. El siguiente vídeo, versión en español de un vídeo muy popular de la web www.weusecoins.com, ofrece una presentación muy básica:
Y el siguiente es otro vídeo interesante (en inglés), también en YouTube, en el que Jerry Brito explica algunos de los aspectos clave de Bitcoin:
En las últimas semanas ha habido varios casos muy sonados de robo de bitcoins e incluso el sitio de cambio de bitcoins más conocido (Mt. Gox) vio su base de datos comprometida. Todas estas malas noticias recientes han provocado que muchos se estén cuestionando la seguridad de los bitcoins. Sin embargo, creo que es importante entender que la tecnología Bitcoin está todavía en un estadio muy inicial. Hoy por hoy, asegurar y hacer copias de seguridad de los ahorros en bitcoins requiere aún conocimientos informáticos muy por encima de los del usuario medio, pero esto cambiará sin duda en el futuro cuando haya programas cliente de Bitcoin más avanzados y cuando los bancos de bitcoins y las monedas y billetes basados en bitcoins, que ya existen, empiecen a crecer en uso. Como intentaré argumentar en este artículo, mi opinión es que la base tecnológica es robusta y que los bitcoins podrían perfectamente llegar a ser el dinero del futuro.
Las ideas en las que se basa Bitcoin (criptografía de clave pública, red entre pares descentralizada y verificación de operaciones basada en un proceso costoso de proof-of-work) y la manera en que se han combinado son realmente asombrosas. El único proyecto tecnológico reciente que ha sido capaz de despertar en mí un sentimiento de admiración similar debido a su belleza y brillantez es el proyecto Reprap de la impresora 3D capaz de replicarse a sí misma. En ambos casos, se trata de ideas que nos llevan a maravillarnos de la capacidad del ingenio humano. Dejando volar la imaginación, podemos imaginarnos que hacia el año 2100 nuestros nietos probablemente se descargarán los muebles de sus casas a partir de catálogos online de diseños de dominio público para construirlos con la Reprap doméstica, dejándole al diseñador una propina de unos cuantos bitcoins. La revolución tecnológica que representa Internet no ha hecho más que empezar.
Para intentar comprender mejor qué es Bitcoin, empecemos por plantearnos las preguntas más básicas: ¿Qué es una cibermoneda? ¿Cómo surgió Bitcoin? ¿Cómo funciona?
1. Concepto de cibermoneda o moneda electrónica
En primer lugar, conviene aclarar a qué nos estamos refiriendo cuando hablamos de una cibermoneda o de una moneda electrónica. En realidad, las monedas fiat que utilizamos en nuestra vida cotidiana pueden considerarse electrónicas en su forma actual. Cuando, por ejemplo, se transfieren fondos de un banco estadounidense a un banco de la zona euro, el banco en EE UU restará una cantidad de dólares del saldo total en la cuenta de origen, y esa cantidad se multiplicará por el tipo de cambio en el mercado de divisas, de modo que la cantidad resultante en euros se sumará al saldo de la cuenta de destino en el banco europeo. Este tipo de transferencias bancarias son totalmente electrónicas y no requieren ningún intercambio físico de maletas llenas de billetes de euros y dólares. De hecho, la inmensa mayoría de las transacciones financieras actuales son simples operaciones aritméticas sobre saldos bancarios electrónicos y la cantidad de dinero que existe en forma de monedas y billetes es en realidad una parte ínfima de la masa total de dinero en circulación. Hoy en día, son las monedas y billetes que llevamos en nuestros bolsillos las que representan el papel de pagarés de las cantidades monetarias electrónicas reales y no a la inversa.Así pues, un proyecto como Bitcoin no gira simplemente en torno a la representación electrónica del dinero, sino que se basa en un planteamiento más radical sobre la fuente de legitimidad de una moneda. Actualmente (2011), todas las monedas de uso habitual son emitidas por autoridades emisoras conocidas como bancos centrales. Solamente un banco central puede tomar la decisión de crear o destruir dinero, y este tipo de decisiones sobre el volumen total del dinero en circulación depende de los objetivos concretos que el banco central en cuestión asume como su mandato. A modo de ejemplo, el Banco Central Europeo (BCE) tiene un mandato extremadamente simple: la inflación interanual en la zona euro debería estar entre 0 y 2 puntos porcentuales. Si la zona euro cayera en deflación, el BCE podría recurrir a imprimir dinero (o expandir la masa monetaria en lenguaje más técnico). Esto se hace mediante la operación electrónica de sumar una cantidad de dinero a las reservas totales del banco y utilizar este dinero recién creado en operaciones de mercado abierto (en el caso más típico, comprando títulos de deuda tales como bonos de los Estados europeos para provocar un alza en el precio de ese tipo de títulos; este mecanismo inyecta una fuente de inflación en el sistema que puede llegar a contrarrestar la deflación no deseada). En el escenario más frecuente en que la inflación de la zona euro rebase el objetivo límite del 2%, el BCE puede subir el tipo de interés de los préstamos a corto plazo que ofrece a los bancos comerciales en su calidad de prestamista de última instancia, lo cual encarece los préstamos de dinero y frena la inflación. En Estados Unidos, la Reserva Federal (el banco central estadounidense) se ciñe a un mandato diferente basado en criterios de empleo y crecimiento, pero la idea es básicamente la misma: se identifica un conjunto de criterios, y el grupo de dirigentes del banco central celebra reuniones en las que se evalúa el cumplimiento de los objetivos marcados y, a partir de ese análisis, se toman decisiones sobre tipos de interés y operaciones de mercado que afectan a la masa monetaria total. Este sistema tiene una debilidad, que consiste en que el dinero fiat tiende a ser inflacionista, ya que suele haber mucha más presión para que se cree dinero, tanto por parte del Gobierno como por parte de la sociedad (para financiar los déficits de los Estados, por ejemplo), que no para destruirlo, por lo que la oferta de dinero en un sistema fiat siempre crece, lo cual puede llevar a una inflación alta, que no es sino una manifestación de la pérdida de valor del propio dinero. El factor humano introduce así una fuente de posible abuso del sistema, algo que no ocurría cuando los patrones monetarios eran el oro o la plata.
La idea de una cibermoneda como Bitcoin no se basa entonces simplemente en la representación electrónica del dinero, sino también en prescindir de la necesidad de una autoridad central que tenga el poder total sobre la creación del dinero. En el sistema Bitcoin, el dinero se genera de acuerdo con un algoritmo que impone un límite sobre el total de unidades monetarias que se pueden crear y las transacciones o pagos son aceptadas y reconocidas por toda la red. La idea es que esta ausencia de intervención humana hará que el valor de los bitcoins sea más estable como depósito de valor que las monedas fiat actuales. Una de las polémicas más importantes en el debate sobre el sistema Bitcoin es si realmente una moneda no inflacionista tendría efectos económicos positivos. Según una opinión muy extendida entre los economistas, la deflación sería negativa porque conduce al fenómeno del acaparamiento o hoarding, en que las personas no quieren gastar su dinero por las expectativas de bajadas de precios; pero mi impresión es que ese tipo de situación solo se da cuando se espera que la deflación sea transitoria, no cuando se trata de un rasgo permanente de una moneda (pensemos en que no dejamos de comprar teléfonos móviles u ordenadores portátiles aunque pensemos que el año próximo van a ser más baratos). Michael Suede ha escrito un artículo bien argumentado The Economics Of Bitcoin – Why Mainstream Economists Lie About Deflation sobre por qué la deflación no es necesariamente un fenómeno negativo.
Una cibermoneda independiente del control de los gobiernos puede llegar a tener éxito si logra hacerse con la confianza de una cantidad considerable de personas que la vean como un tipo de dinero mejor que la moneda de curso legal. Y esto es precisamente lo que está ocurriendo ya con Bitcoin, apenas tres años después de que fuera diseñada por un programador desconocido que se oculta bajo el nombre de «Satoshi Nakamoto».
2. Los orígines de Bitcoin
El sistema Bitcoin fue creado por una persona desconocida, que utiliza el pseudónimo «Satoshi Nakamoto», y que en 2008 escribió un artículo que combinaba y reelaboraba ideas anteriores sobre el dinero electrónico de Wei Dai, Nick Szabo, David Chaum y Hal Finney. En ese artículo histórico, autopublicado en la web, Satoshi Nakamoto describía cómo resolver la dificultad de marcar el tiempo de las transacciones y evitar el problema del doble gasto (double-spend), y cómo almacenar los historiales de transacciones de manera eficiente mediante el uso de árboles de Merkle. En un artículo sorprendentemente breve, Satoshi Nakamoto resolvió los grandes obstáculos técnicos para una representación del dinero puramente electrónica. Incluso quienes están en desacuerdo con la idea de Bitcoin han de reconocer al menos, desde un punto de vista objetivo, la brillantez técnica de las ideas de Nakamoto. Es cierto que esas ideas se habían formulado con anterioridad (véase, por ejemplo, el artículo de Joining Clouds en la sección final de referencias), pero Nakamoto fue el primero capaz de hacer encajar todas esas piezas del rompecabezas para diseñar la forma más imaginativa de dinero electrónico que haya existido hasta la fecha.Se sabe muy poco de Satoshi Nakamoto, que comenzó la descripción técnica de Bitcoin así como la primera versión del programa cliente de Bitcoin y estuvo muy activo en el foro de Bitcoin en sus inicios, pero que ha ido retirándose de toda presencia pública en la medida en que el proyecto Bitcoin ha ido atrayendo a nuevos colaboradores. Parece bastante claro que «Satoshi Nakamoto» es un pseudónimo pues no existen referencias a nadie con ese nombre en la literatura académica sobre informática o matemáticas y a pesar de que utiliza un nombre japonés, todo lo que él (parece ser un hombre) ha escrito está en un inglés perfecto (con ortografía británica). Con ese nombre, estuvo activo en las listas de correo de Cypherpunks y Criptografía y nunca ha escrito nada públicamente en japonés, de lo que parece inferirse que Satoshi Nakamoto debe de ser un hablante nativo de inglés y experto en criptografía que ha decidido mantenerse en el anonimato ocultando su identidad verdadera.
3. ¿Qué es Bitcoin?
Bitcoin es básicamente un protocolo de red entre pares. Del mismo modo que en un sistema de compartición de ficheros como BitTorrent los diferentes nodos se intercambian listas de ficheros disponibles, en la red Bitcoin un programa cliente ejecutándose en un ordenador se conecta a otros clientes repartidos a lo largo y ancho de la red. La información compartida a través de la red Bitcoin consta de transacciones de unidades entre cuentas. Si, por ejemplo, el sistema Bitcoin reconoce que una cuenta concreta A tiene un crédito de 10 unidades y se lleva a cabo una transacción que transfiere 3 unidades a otra cuenta B, en un principio vacía, el nuevo saldo después de la transacción será de 7 unidades en la cuenta A y de 3 unidades en la cuenta B. A estas unidades contables se les llama también bitcoins (escribiré Bitcoin con B mayúscula para aludir al sistema en general, y bitcoins con b minúscula para aludir a las unidades). Podemos entonces decir que la persona que posee la cuenta A ha pagado 3 bitcoins a la persona que posee la cuenta B. Esta información sobre los saldos disponibles en cuentas y las transacciones que modifican esos saldos es el conjunto de datos que gestiona la red Bitcoin. Es evidente que este mecanismo presenta todas las características esenciales del dinero.La ventaja de una red entre pares sobre una red centralizada en un servidor es que en la red entre pares la información es compartida por todos los nodos, de modo que no hay un punto único de fallo, como lo sería el servidor de un sistema centralizado, en donde la totalidad de la red quedaría inutilizable si ese servidor privilegiado dejara de estar disponible. Esta es la razón por la que los sistemas de compartición de ficheros son todos redes entre pares. Un gobierno podría ser capaz de paralizar un servidor desde el que se transmite toda la información, pero nunca podría cerrar una red entre pares mientras existan clientes conectados a la red en cualquier lugar del mundo. Esta imposibilidad de un bloqueo gubernamental es una de las fortalezas de Bitcoin: dado que toda la información sobre las transacciones se encuentra distribuida a través de la red y que hay personas ejecutando clientes de Bitcoin por todo el mundo, no sería factible para ningún gobierno ordenar el cierre de Bitcoin, aun cuando pudiera declarar ilegales ciertos usos del sistema.
4. ¿Tiene algún sentido una cibermoneda como Bitcoin?
Sí que lo tiene. Al oír hablar de los bitcoins por primera vez, una reacción inicial muy común consiste en pensar que el concepto no puede funcionar o que sencillamente es absurdo. Esta actitud suele partir de un error conceptual sobre la propia naturaleza del dinero. Mucha gente tiende a pensar que el dinero ha de tener algún valor implícito, al estilo de cómo el oro o la plata son apreciados por sus usos ornamentales. Pero el uso en joyería del oro y la plata no es más que la razón o estímulo inicial que hizo que estos metales fueran primero valorados como bienes con un uso práctico para después empezar a ser utilizados como dinero. Una vez que estos metales adquirieron el estatus de dinero, sus usos en la joyería pasaron a un segundo plano y, de hecho, es el uso monetario del oro y la plata como depósito de valor lo que explica por qué estos metales han sido tan valorados a lo largo de la historia de la humanidad. El que haya habido tantos conflictos y guerras provocados por el oro no se debe a que a los seres humanos nos encanten las alhajas, sino a que la posesión de oro ha sido tradicionalmente una vía de acceso a todo tipo de bienes y servicios. Podemos ver además que el dinero no requiere ningún valor intrínseco no monetario si pensamos en los euros, dólares, libras o yenes que utilizamos en la actualidad. ¿Qué valor tiene un billete de 20 euros? Ni se puede comer ni tiene ningún uso conocido en la industria o la medicina. Su valor como papel es también despreciable. Y sin embargo valoramos los billetes de 20 euros porque confiamos en ellos; sabemos que podemos entrar en cualquier tienda y comprar cosas con uno de estos papeles azules. Vemos cómo la gente a nuestro alrededor los utiliza diariamente para pagar por productos y servicios. Nosotros mismos hemos utilizado esos billetes sin que nunca nos hayamos encontrado con un camarero o un dependiente de una tienda que nos los haya rechazado. Aun cuando la mayoría de la gente no entienda bien de dónde parte la legitimidad del dinero fiat o cómo emiten el dinero los bancos centrales, nadie tiene objeciones a su uso porque existe una confianza prácticamente universal en la validez del dinero de curso legal.El concepto clave aquí es el de confianza. Una cibermoneda podría también empezar a utilizarse como auténtico dinero (medio de intercambio y depósito de valor) con tal de que las personas lo valoren como tal. Naturalmente, para que se consolide este tipo de confianza es necesario que la cibermoneda cumpla los requisitos básicos del dinero (como que sea fácil de almacenar y de transportar, que tenga una oferta limitada y que sea divisible), y también necesita hacerse popular dentro de una comunidad de usuarios. En el caso del dinero emitido por los gobiernos, esa confianza se consolidó en el pasado cuando esas monedas estaban vinculadas al oro. Incluso después de que se abandonara el vínculo con el oro, el hecho de que las personas se hubieran acostumbrado a utilizar papel moneda, junto a las leyes de curso legal que exigen que el pago de impuestos y de deudas se satisfaga en la moneda oficial, ha mantenido intacta esa confianza.
¿Podrían los bitcoins alcanzar el nivel de confianza que los haga viables como moneda? Pues la respuesta es que tal vez ya lo han hecho. Si bien el uso básico del dinero es como medio de intercambio, otro de sus usos importantes es como depósito de valor. Y aunque es cierto que el uso de los bitcoins como medio de intercambio es todavía bastante limitado, el hecho de que el precio de los bitcoins en términos de euros o dólares se haya disparado en los últimos meses ha atraído a mucha gente a la nueva moneda. Reconozco que yo todavía no he comprado nunca nada con bitcoins, pero sí guardo ya una parte de mis ahorros en bitcoins. Es algo que mucha gente ha hecho, y el hecho de que se puedan vender los bitcoins por unos 10 euros por unidad (en julio de 2011) en diversos mercados es representativo de cómo muchas personas han decidido probar suerte y confiar en los bitcoins como depósito de valor. Existe sin duda el riesgo de que esta confianza se desvanezca un día si el proyecto Bitcoin fracasa y cae en el olvido, pero la impresión que tengo ahora mismo es que la confianza va aumentando en general, pese al revés del virus ladrón de bitcoins que robó 25.000 BTC a uno de los pioneros y a los problemas de seguridad que han afectado al sitio de cambio Mt. Gox.
Sin duda la cuestión de si es útil o positivo un tipo de dinero al margen de todo control gubernamental puede ser discutible, pero entre los defensores de los bitcoins predomina la visión ideológica según la cual la intervención de los gobiernos y los bancos centrales sería responsable de una degradación constante del valor del dinero, como resultado de la inflación, y que una forma de dinero con una oferta fija, como Bitcoin, sería superior como depósito de valor. Esta es a grandes rasgos la visión de los economistas de la Escuela Austriaca como Ludwig von Mises y Murray Rothbard, críticos eon el dinero fiat inflacionista y que defendieron el papel del oro y la plata como el tipo óptimo de dinero que el libre mercado habría elegido de no haber sido por el intervencionismo gubernamental. Los partidarios de Bitcoin tienden a estar de acuerdo con esta visión austriaca pero, a diferencia de los economistas austriacos tradicionales, defienden también que un dinero puramente algorítmico es superior al oro y a la plata. Esta es una idea que comparto. Los metales nobles como el oro y la plata son muy valiosos debido a su uso tradicional como depósito de valor, es decir, dinero; pero su valor también se ve afectado por sus usos industriales y otros. Además, la oferta total de estos metales puede variar si se encuentran nuevas reservas, algo que beneficiaría a la parte del mundo que tuviera la suerte de tener esas reservas. Por su parte, los bitcoins no tienen ningún uso no monetario en absoluto y la manera en que se generan es completamente algorítmica y no se ve afectada por descubrimientos naturales. Y, evidentemente, los pagos con oro o plata requieren el transporte físico del metal, mientras que los pagos con bitcoins son electrónicos y solo requieren de un dispositivo conectado a Internet. En este sentido, los bitcoins presentan muchas de las ventajas del dinero fiat respaldado por un Estado, que también carece de usos no monetarios y puede transferirse por medios electrónicos, pero es como el oro en el sentido de que no puede ser creado ex nihilo. Mientras que el Banco Central Europeo puede imprimir euros a voluntad, nadie tiene el poder soñado por los alquimistas para crear oro de la nada. Como el oro, los bitcoins son un recurso escaso, ya que se generan siguiendo una regla que limita el número total de unidades que pueden llegar a existir. El número máximo de bitcoins es de 21 millones, y los bitcoins se producen mediante un proceso conocido como minería (en una analogía evidente con el proceso de extraer oro de la naturaleza), que consiste en la ejecución de cálculos prolongados que requieren mucha potencia computacional. Estos cálculos producen el historial de transacciones que comparten los nodos en la red Bitcoin. Esta información asume la forma de una cadena de bloques, una sucesión de grupos de datos llamados bloques. La minería de bitcoins es el proceso de intentar generar estos bloques que atesoran la historia de las transacciones Bitcoin. Cuando un cliente minero logra crear un bloque, este consigue una recompensa que en la actualidad es de 50 bitcoins recién creados, pero esta recompensa está programada para que se reduzca progresivamente en la medida en que crezca el número total de bitcoins generados: 50 bitcoins son el premio para cada uno de los primeros 210.000 bloques, mientras que cada bloque en la segunda tanda de 210.000 obtendrá 25 bitcoins y los siguientes 210.000 bloques se llevarán 12,5 bitcoins cada uno, y así sucesivamente. Este algoritmo que divide a la mitad el número de bitcoins acuñados por bloque en cada incremento de 210.000 bloques en la cadena es la razón del límite asintótico de 21.000.000 de bitcoins.
El número de bitcoins que puede llegar a existir está así limitado a un valor por debajo de 21 millones. Y de hecho, el número de bitcoins en circulación siempre será significativamente inferior a esa cifra límite ya que muchos bitcoins pueden perderse para siempre. Las cuentas de Bitcoin se utilizan para hacer pagos gracias a una clave criptográfica privada. Si esta clave privada se pierde (por ejemplo porque estaba guardada en un ordenador destruido en un incendio), la cuenta de Bitcoin asociada a esa clave privada quedará inaccesible para siempre y nadie podrá nunca recuperar esos bitcoins por mucho que la red sea consciente de la existencia de un saldo de bitcoins en esa cuenta abandonada. Teniendo esto en cuenta, el hecho de que el algoritmo de Bitcoin limite el número total de bitcoins posibles a 21 millones unido al hecho de que muchos saldos de bitcoins pueden acabar bloqueados para siempre significa que la masa total de bitcoins en circulación permanecerá bastante estable una vez que se haya generado un número total de bitcoins cercano a ese límite inalcanzable de 21 millones. Actualmente (agosto de 2011) la cantidad total de bitcoins extraídos es de casi siete millones, por lo que alrededor de un tercio de todos los bitcoins que llegarán a existir está ya en circulación.
La creación de nuevos bitcoins está al alcance de cualquier persona que ejecute en su ordenador un programa minero de bitcoins, pero un ordenador normal necesita en término medio muchísimo tiempo para generar uno de esos bloques que almacenan el historial de transacciones y que premian a los mineros con la recompensa de nuevos bitcoins (actualmente 50 por bloque). Con un ordenador típico, generar uno de estos bloques para conseguir el premio de 50 bitcoins puede llevar meses o incluso años, de tal modo que el valor de los bitcoins obtenidos pordría no compensar el gasto de electricidad resultante. Este mecanismo que transfiere gasto de electricidad a nuevos bitcoins es lo que hace que la minería de bitcoins sea una actividad competitiva, y solo quienes disponen de muy buen hardware de GPU consiguen obtener beneficios de la minería de bitcoins. Evidentemente, este coste de la extracción de bitcoins influye sobre el precio que alcanzan los bitcoins en los mercados en los que se intercambian por otras monedas, y es este mecanismo de creación de dinero el que explica cómo los bitcoins adquirieron inicialmente un valor en términos de dólares estadounidenses o euros.
5. ¿Dónde se compran y venden los bitcoins?
Existen sitios web de compraventa de bitcoins en los que estos pueden cambiarse por dólares estadounidenses, euros y otras monedas. Los dos sitios de cambio principales en la actualidad son Mt. Gox y Tradehill, que están localizados en EE UU, aunque ofrecen también cuentas en euros. Aquí en España yo he comprado bitcoins a través de Bitcoin.com.es, que permite el pago en euros a través de una cuenta bancaria española, y ellos se ocupan de la operación a través de sitios de cambio internacionales como Mt. Gox a cambio de una comisión razonable. Otros servicios basados en Europa que parecen fiables, pero no los he usado nunca, son Intersango y Bitmarket.eu. Intersango es un sitio hermano de Britcoin.co.uk, el principal sitio de cambio de bitcoins en el Reino Unido.6. ¿Es Bitcoin una burbuja? ¿O un ardid de Ponzi?
En la actualidad hay mucha gente comprando bitcoins con la expectativa de que suban de valor en términos de las monedas usuales, esperando poder vender esos bitcoins en el futuro para obtener un buen beneficio. Esta situación es caracterísitca de las burbujas financieras, por lo que es perfectamente posible que Bitcoin acabe revelándose como una burbuja. Pero la diferencia con otras burbujas potenciales del estilo de la burbuja inmobiliaria es que los bitcoins solo han existido desde 2008, por lo que nadie sabe realmente cuál debería ser el precio justo de un bitcoin. No existen datos históricos que permitan evaluar cuál sería el precio razonable de algo tan novedoso como una cibermoneda entre pares. A mi modo de ver, hay dos escenarios posibles: 1) que los bitcoins se extiendan en uso y que suba su precio en términos de las monedas usuales; esto reforzaría su uso como depósito de valor y, poco a poco, como un auténtico medio de intercambio; y 2) que el concepto de los bitcoins acabe mostrando defectos por alguna razón (como que la gente sea incapaz de confiar en este tipo de moneda o que aparezca una nueva cibermoneda mejor) y que todo el sistema caiga en el olvido. En ese segundo escenario, el precio de los bitcoins se derrumbaría hasta cero, y las personas que tengan bitcoins perderían toda su inversión. Aun cuando yo estoy entre quienes ven más probable el primer escenario, quienes invierten en bitcoins deberían ser conscientes de que el segundo escenario es sin duda posible. Los bitcoins son una forma de inversión extremadamente arriesgada.Algunas personas llegan a acusar a Bitcoin de ser un fraude en la forma de un ardid de Ponzi. El argumento suele ser que dado que los pioneros de la minería han sido capaces de obtener muchos bitcoins a un precio muy bajo, estos pueden ahora venderlos a un precio mucho mayor, obteniendo así un beneficio grande gracias a los compradores más tardíos que han empezado a adquirir bitcoins a un precio mucho más alto. En mi opinión, este tipo de razonamiento no tiene mucho sentido, ya que los bitcoins no garantizan ningún tipo de retorno. Uno puede comprar mil euros de bitcoins hoy y venderlos dentro de un año, pero el éxito o fracaso de esa operación dependerá de cómo evolucione el mercado. A diferencia de lo que ocurre en los ardides de Ponzi típicos que hacen perder su dinero a los estafados, nadie ha prometido nunca que comprar bitcoins tenga que resultar en un rendimiento positivo de ningún tipo. Es una forma de inversión que puede salir bien o mal. Muchas personas pueden comprar bitcoins pensando que subirán de valor, tal como yo lo he hecho, pero es el mismo tipo de apuesta que el de alguien que compre acciones de una empresa con la esperanza de que su valor suba en el futuro.
7. ¿Cuánto debería valer un bitcoin?
El valor de los bitcoins se ha estabilizado en torno a los 10 euros / 14 dólares estadounidenses durante las últimas semanas de julio de 2011, pero valía unos pocos céntimos hace apenas un año, por lo que muchos se preguntan cuál tendrá que ser el precio estable de un bitcoin a largo plazo. Se trata de una pregunta muy difícil de responder porque básicamente depende del nivel de uso que lleguen a alcanzar los bitcoins en el futuro. Sabemos que dentro de un par de décadas habrá unos 20 millones de bitcoins en circulación. Imaginémonos que hubiera solamente dos personas en el mundo utilizando los bitcoins. En este caso hipotético extremo, los 20 millones de bitcoins en circulación cubrirían el intercambio de bienes y servicios entre estas dos personas. Es evidente que en tal caso un bitcoin tendría un valor muy bajo si quisiéramos convertirlo en euros (y solo dos personas en el mundo podrían estar dispuestas a ese cambio de bitcoins por euros, por lo que el mercado no sería muy líquido). En otro caso hipotético alternativo, y más realista, imaginémonos que hubiera 20 millones de personas utilizando los bitcoins de manera habitual. Entonces la fortuna media de cada propietario de bitcoins sería de solamente 1 bitcoin. Esto quiere decir que un bitcoin sería muchísimo dinero. A modo de comparación, la cantidad de dólares estadounidenses y euros en circulación está en el orden de magnitud de los billones. Existen diferentes maneras de definir la oferta de dinero o masa monetaria, pero la definición más útil de la cantidad de dinero total en circulación es la oferta de dinero M2, que incluye tanto las monedas y billetes como los saldos en cuentas bancarias. La masa monetaria M2 para la zona euro está en torno a los 8 billones de euros (Véanse las Estadísticas monetarias del BCE). Por consiguiente, si los bitcoins llegaran a alcanzar un nivel de uso similar al del euro, para cubrir un rango análogo de bienes y servicios, se necesitaría que los 20 millones de bitcoins desempeñaran el papel de 8 billones de euros. En este caso, el tipo de cambio de equilibrio sería de 400.000 euros por 1 bitcoin. Es posible que este escenario parezca extremo, pues el euro es utilizado diariamente por más de 300 millones de personas para comprar todo tipo de cosas desde manzanas hasta coches y casas, pagar impuestos, etc. Pero también es cierto que los bitcoins pueden ser utilizados en todo el mundo, e incluso si su uso no llegara a desplazar a las monedas oficiales, un nivel de uso considerable por parte de más de 7.000 millones de personas en todo el planeta podría llevar el tipo de cambio a esos niveles de cientos de miles de euros por bitcoin.Un error conceptual muy común es que el límite de 21 millones de bitcoins sería de alguna forma un obstáculo para la consolidación del bitcoin como moneda global, como si hubiera demasiados pocos bitcoins. Esto no es así porque la cantidad total de un bien utilizado como dinero es completamente irrelevante siempre y cuando ese bien pueda ser subdividido, como muy bien argumenta Murray Rothbard en What Has Government Done to Our Money? (véase II.8. The “Proper” Supply of Money en la página 26). Y las cantidades en bitcoins, al tratarse de números puros en formato digital, pueden subdividirse indefinidamente. Se puede decir que existen 20 millones de bitcoins (BTC) de la misma manera que se puede decir que existen 20.000 millones de milibitcoins (mBTC) o 20 billones de microbitcoins (μBTC). Si los bitcoins llegaran a ser una moneda global, probablemente un café costaría una cantidad de microbitcoins o nanobitcoins, y no bitcoins completos (sería absurdo que la masa monetaria total solo permitiera comprar 20 millones de cafés). Actualmente, existe una limitación técnica que permite solo ocho cifras decimales en las cantidades en bitcoins, pero entiendo que debería ser posible permitir mayores subdivisiones en versiones futuras del software y del protocolo. Una discusión que se ha hecho habitual entre usuarios y desarrolladores de Bitcoin es la de si se deberían acuñar nuevos nombres para los milibitcoins o los microbitcoins. Algunos han llegado a sugerir que se redefina la palabra bitcoin para que equivalga al actual microbitcoin (véase, por ejemplo, este hilo en el foro de Bitcoin).
8. ¿Cómo se hace un pago en bitcoins?
Satoshi Nakamoto programó en C++ la primera versión del software cliente de Bitcoin, que es el programa que se puede descargar del sitio Bitcoin.org. El desarrollo continúa como un proyecto de código abierto, y Nakamoto ya no está activo en el proyecto (o no bajo ese nombre, en todo caso). Dado que Bitcoin no es más que un protocolo, es posible programar otros clientes, y ya hay en marcha proyectos de clientes de Bitcoin alternativos. De aquí a unos pocos años probablemente haya muchos programas que gestionen pagos en bitcoins, pero ahora mismo la única opción segura es utilizar el software cliente original disponible en Bitcoin.org. Existen versiones para Windows, Linux y Mac OS X, y el código fuente se encuentra alojado en GitHub.El cliente Bitcoin es muy fácil de utilizar. Si yo quiero vender algo a cambio de varios bitcoins, solo necesito dar al comprador una de las direcciones Bitcoin que aparecen listadas en mi cliente, como 12o5T6xuUmNBrAT3CW1k3nKXTcGnJKvXCr, y el comprador tendrá que ejecutar su cliente y hacer click sobre el botón Enviar monedas, que hará que aparezca un cuadro de diálogo en el que tendrá que escribir o pegar la dirección que le he dado y escribir la cantidad de bitcoins que me va a pagar. Tras hacer click sobre el botón Enviar, la transacción se comunicará a la red, y se mostrará en la interfaz de usuario del cliente acompañada de «0 confirmaciones». En la medida en que la red vaya generando nuevos bloques con transacciones, este pago concreto acabará registrado en un bloque y el número de confirmaciones subirá hasta 1. A partir de ese momento se seguirán añadiendo nuevos bloques a la cadena y estos bloques que prolongan la cadena se consideran confirmaciones adicionales. De este modo, el número de confirmaciones de un pago es simplemente el número de bloques de la cadena global menos el índice del bloque concreto en el que se ha registrado esa transacción. Por ejemplo, si yo efectúo un pago cuando la cadena de bloques actual consta de 139.000 bloques, entonces el pago podrá aparecer en cualquier bloque a partir del 139.001 (la rapidez con que sea procesado depende también de si voluntariamente elijo pagar una comisión de transacción, que es un incentivo monetario para que los mineros de bloques procesen los pagos con prontitud). Supongamos que el pago queda registrado por el bloque 139.004. Entonces la transacción habrá recibido 97 confirmaciones cuando haya 140.000 bloques en la cadena. Este número de confirmaciones continúa creciendo sin límite según va creciendo la cadena de bloques de Bitcoin. El cliente de Bitcoin muestra la transacción como «confirmada» una vez que se alcanzan seis confirmaciones, pero este umbral es un valor arbitrario decidido por el cliente al asumir que cuando se han añadido ya cinco bloques más al bloque que registró la transacción es extremadamente improbable que todos estos bloques sean anulados por otra cadena competidora (algo que puede ocurrir cuando solo hay una o dos confirmaciones en el caso en que se den intentos fraudulentos de gasto doble, double-spend, lo que llevaría a que la cadena de bloques alternativa que no contiene los pagos fraudulentos acabe siendo más larga).
9. Cómo asegurar la cartera de bitcoins
El software cliente de Bitcoin almacena la información sobre las claves criptográficas que identifican a las cuentas de Bitcoin en un fichero llamado wallet.dat. Ese fichero cartera se encuentra en un directorio de datos de aplicaciones al que es muy fácil acceder desde programas malignos. Un virus que hacía exactamente eso consiguió recientemente robar 25.000 BTC a un usuario, por lo que quienes manejen cantidades altas de bitcoins deberían tener sumo cuidado con la manera en que aseguran y respaldan el fichero wallet.dat. Perder el fichero wallet.dat supone perder todos los bitcoins. Las versiones futuras del programa cliente incorporarán algún tipo de cifrado y tal vez más adelante algún sistema de copias de seguridad remotas, pero hoy por hoy son los propios usuarios del software los que han de tomar la precaución de proteger sus ficheros cartera. Actualmente, el programa cliente genera al arrancar un nuevo fichero wallet.dat, con nuevos pares de claves criptográficas, si no encuentra un fichero con ese nombre en el directorio de datos. Esto permite generar múltiples ficheros cartera moviendo o renombrando wallet.dat antes de ejecutar el cliente (nunca mientras se está ejecutando). Es posible pues renombrar temporalmente el fichero wallet.dat a, por ejemplo, wallet_original.dat para que el programa genere un nuevo fichero. Esto se puede hacer estando desconectado de Internet. A través del cliente en ejecución se podrá entonces copiar a un fichero de texto una o varias direcciones de Bitcoin generadas por el nuevo fichero wallet.dat recién creado, tras lo cual se puede guardar con un nombre como wallet_ahorros.dat. Utilizando un programa como TrueCrypt se puede encriptar ese fichero y borrar el original. Una vez restablecida la conexión a Internet se puede copiar la versión encriptada a varias ubicaciones remotas para tener copias de seguridad y restablecer el fichero original wallet.dat para pagos de cantidades pequeñas. Para usar Bitcoin con seguridad es importante entender que las direcciones Bitcoin generadas por un fichero wallet.dat creado sin conexión a Internet son perfectamente válidas para recibir pagos en bitcoins. No es necesario activar un fichero cartera a través del cliente para recibir pagos y el saldo de cualquier dirección Bitcoin puede comprobarse en Internet mediante Bitcoin Block Explorer. De hecho, crear direcciones Bitcoin sin conexión a Internet es la forma más segura de tener direcciones en las que guardar cantidades altas de bitcoins y solamente cuando se desea efectuar un pago es necesario que una dirección con saldo suficiente esté conectada a la red a través del cliente.Esta dificultad de proteger los ficheros cartera constituye la mayor limitación del sistema Bitcoin en estos momentos. Hay una necesidad urgente de tener un programa cliente más seguro y amigable para que los pagos en bitcoins puedan ser una realidad para cualquier usuario de Internet. Mientras sea necesario acceder manualmente a directorios ocultos, mover ficheros, cifrarlos y hacer copias de seguridad en servidores remotos o en discos no conectados a redes, la gestión de los bitcoins seguirá siendo un reducto para expertos en tecnología, fuera del alcance del ciudadano medio.
10. ¿Son anónimos los pagos en bitcoins?
Las transacciones de bitcoins son registradas en la cadena de bloques y esta información queda almacenada en la red de manera permanente. Esto quiere decir que si un usuario paga a otro 10 bitcoins, el pago es público y está a la vista de cualquiera que se tome la molestia de investigar el historial de transacciones. Utilizando Bitcoin Block Explorer, se puede comprobar toda la cadena de bloques con todas las transacciones registradas y los saldos de cualquier dirección Bitcoin. Así pues, en el nivel del protocolo Bitcoin, las transacciones se registran públicamente y no son anónimas. Sin embargo, el protocolo Bitcoin no ve usuarios como Juan o María, sino solo direcciones de Bitcoin compuestas por claves criptográficas. Esto hace posible el anonimato porque cada persona puede crear múltiples direcciones de Bitcoin y utilizar distintas direcciones para sus pagos. El programa cliente de Bitcoin actual alienta esta estrategia de anonimato al producir nuevas direcciones Bitcoin para cada transacción. Este planteamiento basado en dos niveles, cuentas rastreables y usuarios que manejan esas cuentas, es el fundamento de la privacidad en las transacciones de bitcoins.Podemos recurrir a una analogía para entender mejor esto. Imaginémonos una aldea en que los vecinos se comunican por cartas. El cartero sabrá, por ejemplo, que Juan ha escrito hoy una carta a Ana y que ayer escribió una carta a Eva. En esta aldea, el cartero sabe quién se escribe con quién. Pero supongamos ahora que la oficina de correos hace construir un edificio inmenso dotado de millones de apartados de correos, de tal modo que cualquier vecino pueda apropiarse, de manera anónima, de tantos apartados de correos como desee. Ahora Ana puede hacerse con un apartado de correos disponible y pedirle a Juan que le escriba a esa dirección, mientras que Juan se apropia también de un apartado de correos totalmente nuevo, que no ha utilizado nunca, y lo pone como dirección del remitente en el sobre. En esta nueva situación, el cartero solamente sabrá que alguien que dice escribir desde el apartado de correos 65.349 envía una carta al apartado 163.946. Toda la información de quién escribe a quién queda así oculta en una multitud de apartados de correos. Queda entonces en manos de cada vecino elegir si reutilizan el mismo apartado de correos para toda su correspondencia, lo cual podría permitir al cartero detectar ciertos patrones de comunicación, como que el apartado 142.527 escribe todos los días al apartado 173.916, o bien estrenar un apartado de correos nuevo para cada carta, lo cual reforzaría el anonimato. Este símil muestra en esencia cómo funciona el sistema Bitcoin de direcciones y transacciones públicas.
Otra manera en que podría haber pagos anónimos en bitcoins en el futuro sería a través de billetes respaldados por bitcoins. Del mismo modo que el origen del papel moneda está en pagarés denominados en oro que las personas encontraban más fáciles de transportar e intercambiar que el propio oro, es posible que una empresa emita billetes respaldados por bitcoins. De hecho, ya está habiendo intentos de hacer algo así, como bitbills, billetes de plástico que almacenan en su interior la clave criptográfica privada que da acceso a una dirección Bitcoin. Este tipo de billetes muestran la dirección Bitcoin a la que están vinculados en su exterior, de modo que cualquiera puede comprobar que el saldo en esa dirección se corresponde con el valor nominal del billete, mientras que la clave criptográfica privada necesaria para tener acceso a esos bitcoins se encuentra en el interior del billete y es necesario destruirlo para poder utilizarlos. Esta posibilidad de billetes basados en bitcoins como los bitbills posibilitaría el uso de bitcoins para pagos anónimos al margen de las transacciones de la red Bitcoin. Un bitbill puede cambiar de manos muchas veces, de forma totalmente anónima, hasta que alguien finalmente decida destruirlo para acceder a la cuenta que contiene esos bitcoins y recuperar la cantidad mediante un pago electrónico. Esta posibilidad de billetes respaldados por bitcoins que se intercambiarían como dinero al margen de la red Bitcoin electrónica abre las puertas al uso de los bitcoins como dinero incluso para transacciones diarias en ausencia de dispositivos electrónicos.
11. Peligros a los que se enfrenta Bitcoin
Aun cuando yo soy bastante optimista sobre el futuro de los bitcoins, veo algunos problemas potenciales que podrían hacer fracasar el proyecto:- El concepto resulta ser problemático y no es capaz de despertar confianza. El sistema Bitcoin parece muy robusto ahora mismo, pero podrían surgir problemas aún desconocidos. Por ejemplo, no estoy completamente seguro de qué problemas de escalabilidad podrían aparecer según vaya creciendo la cadena de bloques. Incluso utilizando árboles de Merkle, el hecho de que todo el historial de transacciones tenga que mantenerse registrado en la cadena de bloques podría tener consecuencias sobre el rendimiento al crecer el sistema. Otra cuestión es si podrá mantenerse la seguridad criptográfica cuando haya ordenadores cuánticos mucho más potentes que los actuales. Y está también la cuestión más básica de si se logrará que una masa crítica de personas confíe realmente en los bitcoins. Si una mayoría se fía menos de un nuevo modelo de dinero que del dinero actual respaldado por bancos centrales, incluso los más entusiastas podrían acabar rechazándolo ante esa falta de confianza generalizada.
- Los gobiernos intentan prohibir los bitcoins. Si llegara a ser habitual el pago mediante bitcoins, los gobiernos intentarían regular su uso de alguna manera, y podrían incluso pretender prohibirlos al tratarse de una moneda competidora de las monedas oficiales legalmente reconocidas. En el momento actual, comprar algo con bitcoins es una forma de trueque desde un punto de vista legal. Que yo sepa, no hay diferencia legal entre cambiar una moto por 10.000 bitcoins o cambiarla por diez toneladas de tomates. Pero los bitcoins, a diferencia de los tomates, solo se utilizan como dinero, por lo que no está claro cómo los gobiernos acabarán intentando regular su uso. Personalmente veo muy improbable que la intervención estatal pueda acabar con los bitcoins debido a su naturaleza de red entre pares, que debería permitirle sobrevivir, aunque fuera en la clandestinidad, a cualquier prohibición estatal.
- Una cibermoneda alternativa se hace más popular. Esta es, en mi opinión, la amenaza más seria a los bitcoins. Si alguien diseñara una nueva forma de ciberdinero que por cualquier razón resulta ser mejor, los bitcoins fracasarían al pasarse la gente a la nueva moneda. En tal caso, el valor de los bitcoins se derrumbaría hasta no valer absolutamente nada y aquellos que tuvieran ahorros en bitcoins perderían todo su dinero, que no sería ya nada más que caprichosos puñados de bits. Dado el éxito actual y tan rápido de Bitcoin, dudo mucho que pueda ser sustituido por una cibermoneda alternativa, y veo más probable que sea el propio sistema Bitcoin y el software que lo gestiona el que vaya mejorando con el tiempo, pero se trata, en cualquier caso, de una posibilidad de fracaso que ha de tenerse en cuenta.
Origen: aquí.
Fuente: http://www.nubaria.com/
Imágen: http://s.libertaddigital.com/fotos/noticias/bitcoin-casascius-261213.jpg
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