Comprando un coche con bitcoins. Lo que necesitas saber

Lo que en sus orígenes era un término reservado a frikis o expertos en criptografía y ciberseguridad, ahora copa los temarios de carísimos cursos. "¿Qué es el bitcoin?". "¿Cómo ganar dinero con esta moneda?". "Conviértete en un experto de la revolución monetaria por excelencia".

Esta moneda virtual, encriptada y relativamente nueva, nació a la sombra de la quiebra de Lehman and Brothers, allá por 2008. Un año complicado para la economía mundial, ¿eh? Hoy en día el bitcoin, a la cabeza de una larga lista de criptomonedas, aparece en los titulares de la prensa a diario debido a su voluble y frágil incremento de valor y su asociación con la tulipomanía del siglo XVII. La pregunta es: ¿está el bitcoin en el punto de ser utilizado para la compra de bienes, como los coches, y no solo como un valor reserva? ¿Conseguirá la especulación reventar la burbuja?

Si no te has subido ya al carro...


El hecho de que cada vez más empresas y particulares acepten el pago de bitcoin pone de manifiesto el deseo de obtener 'el Santo Grial'. En el momento de la redacción de esta información, la moneda virtual alcanza los 11.674 euros, con una bajada de casi un 6 %. Hace unos meses nos llevábamos las manos a la cabeza porque había alcanzado el máximo de 10.000 dólares y los más pesimistas ya anunciaban megáfono en mano el fin de esta descentralización económica sin sentido.

"LOS USUARIOS UTILIZAN BITCOIN MÁS COMO UN VALOR RESERVA QUE COMO UNA MONEDA AL USO".
Pero tiene sentido, y su hegemonía se va afianzando poco a poco. Encontramos un ejemplo en la denominada Calle Bitcoin, situada en la madrileña calle Serrano y que imita el modelo de 'Bitcoin Boulevard' que ya se ha probado con éxito en ciudades de Holanda, Alemania y Estados Unidos.


Gestionada por empresas y voluntarios entusiastas de esta criptomoneda, desde 'Territorio Bitcoin' ofrecen soporte legal, técnico y financiero de forma totalmente gratuita a las empresas que deseen aceptar esta moneda como método de pago.

Por desgracia, tal y como nos cuenta Óscar Domínguez, director de Territorio Bitcoin, la experiencia en Madrid está resultando un reflejo de la situación del bitcoin en España: "Los usuarios utilizan bitcoin más como un valor reserva que como una moneda al uso", afirma Domínguez.

Para que una empresa adapte su modelo empresarial al bitcoin se debe hacer constar el IVA y las obligaciones tributarias.

"Normalmente, cuando una empresa utiliza bitcoin suele utilizar un gestor de pagos como el de CoinBase. Tienes un buen ejemplo en Destinia.es que acepta Bitcoin desde 2014", relata. Lo cierto es que para comenzar a operar con esta criptomoneda a través de Coinbase, autodenominado "el lugar más popular del mundo para comprar y vender bitcoins, ethereums y litecoins", los pasos son bastante sencillos:

Crear una cartera en moneda digital donde almacenar moneda digital de forma segura (la denominada wallet).
Vincular una cuenta bancaria, tarjeta de crédito o débito para poder convertir moneda digital desde y hacia su moneda local.
Comprar bitcoin, ethereum y litecoin y empezar a usar el dinero.
Así las cosas, hoy en día se pueden comprar multitud de bienes y servicios con esta moneda y siguiendo estos pasos, desde alimentos y libros, pasando por coches (sí, algunos usuarios de Milanuncios, por ejemplo, aceptan el pago con bitcoin) hasta casas, como la que se ha vendido en Tarragona por el precio de 40 bitcoins, que en el cambio actual equivale a 550.000 euros. Ojo, que los impuestos no son virtuales.

Con una transacción así eliminamos de un plumazo la intermediación bancaria y se pone de manifiesto no solo el poder de la llamada cadena de bloques o blockchain, sino lo voluble que resulta este mercado descentralizado. Hoy en día se pueden adquirir tarjetas de crédito con un número determinado de bitcoins para gastar en bienes y servicios; si el bitcoin continúa su tendencia alcista durante ese tiempo, a final de mes te sobrará dinero en esa tarjeta.

Todo depende del nivel de especulación de las denominadas 'ballenas', que se hacen con una gran cantidad de criptomonedas que compran y venden según las fluctuaciones del mercado, provocando un efecto llamada en 'los peces', que hacen lo propio con sus reservas. Está claro que aquellos que no se hayan subido al carro ya, deberán pagar un precio muy alto por hacerlo.

Comprar coches con bitcoin

Encontramos un ejemplo de compra de coches solo en criptomonedas en la página web Cryptopia, un lugar en el que se pueden invertir cientos de criptomonedas en barcos, motos, coches, joyas, decoración para el hogar... Cualquier producto o servicio que podemos encontrar en tiendas físicas y virtuales. En el caso que nos acontece, el de los coches, encontramos ejemplos reseñables de cómo el valor del bitcoin ha aumentado brutalmente.

Podemos pujar en esta página, por ejemplo, por un Nissan Skyline GTR de 1991 por 2 bitcoins; es decir, alrededor de 27.700 dólares. Un Dodge Viper RT/10 de 1994 por 5 bitcoins, unos 69.300 dólares o un Pontiac Tempest Custom de 1967 por 3 bitcoins, unos 41.600 dólares. En este mercado virtual también se acepta el pago con ethereum, o litecoin, con un valor unitario de 1.214 y 236 dólares respectivamente y a día de hoy.

Como puedes ver, los precios reflejan esas siete cifras que tiene el bitcoin tras la coma (o punto).


Para que te hagas una idea del valor que ha alcanzado esta moneda, uno de los primeros coches que se vendió con bitcoins fue un Porsche Cayman S en 2013 por el que sus propietarios consiguieron 300 de estas criptomonedas (en aquél momento equivalían a casi 30.000 euros y el precio del bitcoin estaba a 130 dólares). A su vez, el nuevo propietario del coche compró esas 300 monedas a cuatro dólares cada una.

También en 2013 un concesionario vendió un Tesla Model S por 91,4 bitcoins, unos 75.000 euros por aquel entonces. Bien, por poner un ejemplo, ahora esos 91,4 bictoins equivalen a, aproximadamente, 1.067.000 euros.

Los dos casos más recientes vienen desde Estados Unidos, donde un inversor ha llevado sus ganancias al concesionario Pagani Newport Beach en California y se ha vuelto a casa con un Bugatti Chiron y un Pagani Huayra. El precio combinado de estas dos bestias es de 450 bitcoins, alrededor de 6 millones de dólares.


Así que, para comprar un coche con una criptomoneda lo único que necesitas es, primero, hacerte con este tipo de moneda a través de exchanges, almacenar los bitcoins en una cartera virtual o wallets y encontrar, claro, un vendedor que las acepte. El siguiente paso es disponer de la cantidad necesaria y sobre todo, tener claro lo que estás a punto de entregar en la transacción.

Y es que el hecho de comprar coches con bitcoin supone que, por un lado, el comprador es más que probable que se esté desprendiendo de una moneda que seguramente acabe valiendo el doble en unos meses, mientras que el vendedor se hará, en caso de que el bitcoin continúe su tendencia alcista, con una preciada inversión. Una lección que aprendió aquel chico de las pizzas. Llega ahora la locura del 'fear of missing out'.

Bitcoin: de la contabilidad sin intermediarios a moneda para comprar coches
Los nostálgicos del movimiento noventero denominado 'Cypherpunk' descubrieron el 3 de enero de 2009, día en el que se creó el primer bitcoin, que su utopía de crear un sistema en el que los ciudadanos controlaban el dinero, era posible.

Un sistema de contabilidad sin intermediarios y una estudiada forma de descentralizar el intercambio de valores. Adiós comisiones, adiós ineficacia. Cada bitcoin es contabilizado y transferido de manera encriptada y todos los movimientos quedan recogidos en un registro inalterable denominado Blockchain.

Su creador, o creadores (nadie sabe quién o quienes lo crearon), bajo la figura de Satoshi Nakamoto, decidió crear un número finito de bitcoins: 21 millones, que se espera serán emitidos para 2040 (ojo, que cada uno de esos bitcoins se dividen en cientos de fracciones).

Una revolución monetaria que promete dar poder a los que no lo tienen y que no entiende de fronteras: cualquier persona puede tener su banco en el móvil o cartera virtual y enviar dinero a cualquier parte del mundo de forma instantánea, sin intermediarios ni comisiones y de forma anónima, aunque cada número de transferencia queda grabado en el libro de contabilidad por excelencia, la blockchain.

Problema: ¿cómo haces llegar este sistema a países como África, donde la carestía se concentra en herramientas para trabajar la tierra? ¿Cómo acceden estas personas a un teléfono móvil, a internet, a una educación que les permita manipular y entender el concepto de criptodivisas?

Se trata pues de un tira y afloja entre detractores y defensores. ¿Quién podría estar detrás del mayor movimiento de oposición? La respuesta es clara: los bancos, las administraciones. Son ellos los que han esgrimido los argumentos en torno a que el bitcoin se utiliza para lavar dinero, para eludir impuestos, para especular...

Aún queda por saber qué ocurrirá cuando se emitan los 21 millones de bitcoins que hay disponibles. Puede que suba el valor hasta niveles inalcanzables o llegará un momento en que, finalmente, se fije un precio para esta volátil criptodivisa.

Origen aquí.
Fuente de noticias: www.motorpasion.com

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